El botiquín de viaje, ¡ese pequeño gran aliado capaz de salvarte la vida! Pero, ¿cómo se prepara un buen botiquín de primeros auxilios? ¿Qué tiene que llevar para ser completo? No importa dónde vayas, en este artículo te damos las claves para preparar un kit de primeros auxilios que te sirva para todos los destinos.

Porque con la salud no se juega.

No todos los países tienen las mismas condiciones sanitarias ni los mismos medicamentos a la venta. Porque no es lo mismo viajar a un país que a otro, no haremos igual un botiquín de viaje para Tailandia que para Argentina, aunque muchas de las cosas que metamos en esos botiquines sí que sean las mismas. Entonces, ¿cómo sabemos que condiciones sanitarias hay en nuestro destino para determinar los extras a llevar en nuestro kit de primeros auxilios?

El Ministerio de Asuntos Exteriores de España  dedica una sección en su página web a recomendaciones de viaje. Basta con seleccionar el país al que se vaya a viajar y ahí, entre otras recomendaciones, hay un apartado específico dedicado a sanidad. Esa información suele estar actualizada y es una referencia oficial. Así mismo, también nos pueden dar pistas sobre las condiciones sanitarias de nuestro destino.

Con toda esta información podremos actualizar el contenido de nuestro kit de primeros auxilios adecuadamente y, por ejemplo, llevar algún tipo de medicina que nos pueda servir para tratar una enfermedad específica de esa zona en el caso de que tengamos la mala suerte de vernos afectados por ella.

Además de las condiciones sanitarias del país al que viajamos, tenemos que tener en cuenta nuestro estado de salud. Las cosas específicas que necesitemos sí o sí, como insulina si somos diabéticos,o tratamientos de enfermedades crónicas(pastillas para la tensión, el colesterol u otros) es mejor llevarlas de casa y con receta médica para asegurarnos que no se nos requisen ni sean consideradas drogas. Inaladores de asma, anticonceptivos y lentillas desechables de emergencia

¿Qué no debe faltar en un botiquín de viaje?

1. Tiritas tipo ‘segunda piel’

Si eres de los que hacen muchos kilómetros caminando o bailando, en los pies tienes que llevar calzado cómodo, y en el botiquín tiritas tipo segunda piel. Importante esto de tiritas tipo segunda piel (del estilo de las tiritas Compeed) y no cualquier tirita. Estas ‘supertiritas’ que no se despegan hasta que tu piel vuelve a estar regenerada son la solución definitiva para que ni se infecten ni te duelan heridas y ampollas y, al mismo tiempo, puedas seguir tu camino con normalidad, al ritmo que tú quieras.

2. Kit para heridas y ampollas

Cuando hagas tu botiquín de viaje recuerda llevar un kit para limpiar heridas. Este kit se compondría de un par de algodones o gasas, algún tipo de suero o solución salina para limpiar heridas y algún producto antiséptico (tipo Betadine o Cristalmina) para protegerlas después. Puede ser muy útil también un pequeño set de manicura con pequeñas tijeras y cortaúñasNo lleves bisturíes ni otros objetos punzantes. Este instrumental médico no solo no te va a hacer falta, es que podría ser considerado arma y meterte en un buen lío, así que no lo lleves.

3. Analgésicos y antiinflamatorios

Aunque los analgésicos suelen ser fáciles de conseguir en cualquier lugar del mundo, siempre es bueno llevarse unos pocos en el botiquín de viaje. Un analgésico tipo paracetamol nos aliviará esos dolores leves de cabeza u otras partes del cuerpo que a veces surgen en ruta. Igual que los analgésicos, antiinflamatorios como ibuprofeno o similares suelen ser relativamente fáciles de conseguir en cualquier país.

4. Antibióticos

En nuestro kit de primeros auxilios de viaje conviene que haya un tratamiento antibiótico de emergencia, esto es, que solo se tome en caso que de verdad necesitemos antibióticos (recetados por un médico o en situación de vida o muerte). No se toman antibióticos porque a uno le duele algo un poco y, por si acaso, me tomo un antibiótico porque lo mata todo. Si utilizas así los antibióticos, el día que te hagan falta no te servirán. Por eso, los antibióticos en el botiquín de viaje sí, pero solo se usan cuando son estrictamente necesarios. Lo ideal es llevar antibióticos de amplio espectro tipo amoxicilina, de esos que valen un poco para todo. Si llevas antibióticos, recuerda llevar su receta contigo. Pero insistimos, antes de tomar ningún antibiótico consulta a un médico.

5. Protectores de estómago

Los protectores de estómago tipo Omeprazol pueden ser grandes aliados de los viajeros que se enfrentan a gastronomías potentes. También de viajeros que tienen que tomar medicamentos fuertes en ruta (como, por ejemplo, antibióticos) o que empiezan a tener problemas estomacales durante sus vacaciones. Unos protectores de estómago en el kit de primeros auxilios te ayudarán con estos pequeños problemas. Unos antiácidos tipo Almax quizá también. Pero ojo, no abuses de los protectores estomacales. Si tienes problemas de estómago importantes, acude un médico.

6. Repelente y antídoto para picaduras de mosquitos u otros insectos

Otro esencial del botiquín de primeros auxilios de viaje es el repelente de mosquitos u otros insectos. En general, Relec o Halley suelen ir muy bien. Pero ¡ojo! Si no vas a facturar tu maleta, asegúrate de que este repelente no tiene más de 100 mililitros o será requisado. Puedes meter un pequeño bote de repelente en tu botiquín y, una vez en destino, ¡enterarte de cuál usan los locales y hacerte con ese! Si llevas repelente, lleva también algún tipo de calmante para cuando te piquen los insectos como por ejemplo fenistil, after bite o una pomada con un poco de cortisona.

7. Pastillas para el mareo

Nunca está de más llevar unas pastillas para el mareo tipo Biodramina en el kit de primeros auxilios, especialmente, si vas a viajar mucho y eres propenso al mareo o si vas a hacer actividades tipo en barco. Pero, ¡ojo con usar las pastillas para el mareo de tu botiquín de viaje! Muchas pastillas para el mareo adormecen o te dejan un poco atontado. Si vas a conducir, a bucear o a hacer algo en lo que tengas que estar plenamente consciente, mejor no las tomes o utiliza unas con cafeína.

8. Pomada para golpes, cremas solares y after sun

Si sueles tener dolores musculares o eres un poco patoso, que no falte en tu botiquín una pomada analgésica para golpes y dolores tipo Voltaren. Tu cuerpo lo agradecerá. Lo mismo con la crema solar, lleva siempre crema para protegerte del sol. Cuanto más alto sea el factor de protección de la crema solar, mejor. Más vale prevenir que quemarse y recuerda que no solo te quemas en viajes de tomar el sol en el Caribe, ¡también te puedes quemar viendo glaciares en Islandia!

Estés donde estés, si sale el sol, échate protector solar.

Puede ser útil llevar en tu kit de primeros auxilios un pequeño bote de after sun o crema para después del sol, aunque no te quemes siempre es importante echarte crema hidratante al terminar el día.

9. Laxantes y antidiarreicos

En un buen botiquín de viaje conviene que haya algunos laxantes y antidiarreicos de emergencia. Véase que decimos de emergencia y con eso queremos decir que solo hay que usarlos si es estrictamente necesario. Durante muchos años los viajeros han estado tomando alegremente Fortasec para cortar diarreas, pero abusar de él no es bueno. El Fortasec u otro medicamento similar puede ayudarnos a llegar al médico sin ir dejando rastro, pero en caso de tener una diarrea importante y preocupante, hay que ir a un médico, no taponar para seguir el viaje como si no hubiera un problema

10. Tapones para los oídos

Por último, pero no por ello menos importante, que en tu kit de primeros auxilios no falten unos tapones para los oídos. ¡Son mano de santo contra los ronquidos (de los demás)!

No olvidar

Por último, dos puntos muy importantes. Recuerda la medicación de uso diario, como la píldora anticonceptiva, las inyecciones de insulina (acuérdate también de llevar una nota de tu médico en la que se explique la necesidad de adquirir jeringas y agujas), el inhalador para el asma, unas gafas de repuesto y los líquidos para limpiar las lentes de contacto.

Si precisas una medicación específica, recuerda llevar consigo el nombre genérico, ya que el nombre concreto de la marca que utilizas puede no existir en otros países.

Cabe destacar también que el botiquín ha de estar siempre en un lugar fresco y seco, es decir, preservado del calor, la luz y la humedad. Obviamente hay que tenerlo fuera del alcance de los niños.

Por otra parte, los medicamentos han de conservarse en sus envases originales, lo que facilitará su identificación, la localización del prospecto así como la consulta de la fecha de caducidad. Es recomendable deshacerse de los medicamentos que estén a punto de caducar y reponerlos.

Es muy conveniente además llevar la tarjeta sanitaria individual y el documento de desplazados por si fuera necesario recibir asistencia médica en el lugar de vacaciones.

Y tú, ¿qué metes en tu botiquín de primeros auxilios? ¿Hay algún medicamento que te vaya especialmente bien o sin el que no puedas salir de viaje? Cuéntanoslo en un comentario y la próxima vez lo incluiremos en nuestro botiquín de viaje. ¡Gracias!

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