La lactancia está plagada de mitos, la mayoría de ellos son absurdos y, si te paras a pensar, no tienen ni pies ni cabeza. Hoy vamos a demostrar 10 de ellos.

1. No puedes beber agua mientras das el pecho.

Este mito viene a decir que si bebes agua mientras amamantas, la leche se volverá aguada o producirás un exceso de leche. Evidentemente, no tiene ninguna base. La madre debe beber agua en función de su sed solamente y para aumentar la producción de leche, lo que hay que hacer es estimular el pecho poniendo al bebé a mamar más veces. Las madres que amamantan pueden comer y beber tranquilamente mientras amamantan.

2. No puedes beber bebidas carbonatadas porque las burbujas pasan a la leche.

Las bebidas con gas tienen una mala fama merecida por el alto contenido en azúcar que contienen, pero el gas que contiene no puede llegar a la leche ni al bebé. Para que esto sucediera el gas tendría que estar en la sangre de la madre y en el caso que esto ocurra, le produciría una embolia que le causaría la muerte. Así que si os apetece lo podéis tomar, sabiendo que no es nada bueno para vuestra salud.

3. El color de los ojos de los bebés no es definitivo hasta que no dejan de tomar el pecho.

Otros mito que no tiene sentido, el color de los ojos se determina por genética igual que las demás características físicas. La leche materna no tiene el poder de cambiar el color de los ojos del bebé ni de nadie.

4. Llega un momento que la leche se convierte en agua.

¡¡¡Ohhh milagro!!! La leche ya no es leche, se transforma en agua. Es cierto que gran parte de de la leche materna es agua pero nunca deja de alimentar. La leche se transforma y se adapta a la edad del bebé y, a pesar de ello, sigue nutriendo y protegiendo.

5. No puedes renegar ni decir tacos mientras das el pecho, la leche se estropea.

Hablar mal delante de los hijos no es buena idea, ellos copian todo lo que hacemos y deberíamos ser un modelo a seguir ante la vida. Pero de ahí a pensar que la leche se estropea o se vuelve agria hay un gran paso. Si se te escapa un taco o estás enfadada, esto no va a afectar a tu leche ni a tu bebé.

6. No puedes tomar alimentos ácidos porque cortan la leche.

Los alimentos que contienen vitamina C son ácidos al paladar de quien los consume y si mezclamos en un vaso leche de vaca y zumo de limón la leche se va cortar y va a formar grumos. Pero si la madre come naranjas o zumo de limón esto no va a estropear su leche.

7. Si sales a la calle con poca ropa la leche se puede cortar.

La leche dentro del pecho solo se puede congelar si se congela a la madre entera. Pero el frío exterior no es suficiente para estropear ni cortar la producción de leche. Si hace frío cuando das el pecho máximo te pillas un resfriado.

8. Si el bebé solpa o eructa mientras mama te puede causar una retención de leche.

Las retenciones de leche u obstrucciones se producen por vaciar poco la glándula pero no porque el bebé haya soplado. Es materialmente imposible conseguir transferir aire desde fuera del pecho hacia adentro.

9. ¡No le despiertes! dormir también alimenta.

Si dormir alimentara no haría falta que ninguno de nosotros comiera nada. Los bebés que nacen antes de tiempo, que son prematuros o simplemente se toman la vida con tranquilidad pueden tener tendencia a dormir demasiado los primeros días de vida. Así que un bebé que duerme mucho y come poco es un bebé que no gana peso. Dormir no alimenta.

10. Si tomas el sol en topless la leche se estropea.

Y para terminar y ahora que llega el calor y el buen tiempo el mito de la leche y el sol. La leche dentro del pecho no se puede estropear, es perfectamente posible tomar el sol. Lo que no se puede hacer es dejar biberones o restos de leche artificial al sol por el riesgo de contaminación bacteriana que supone, pero la leche de dentro de la teta está a salvo.

¿Y vosotros? ¿Qué otros mitos curiosos habéis oído?

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