Pesadez en las piernas, picor, quemazón… Son molestias frecuentes de la varices.

Las varices son dilataciones anormales de las venas que se producen como consecuencia de un mal retorno venoso. Frecuentemente se desarrollan en las piernas, ya que soportan el peso de todo el cuerpo desde que el ser humano se puso de pie; los animales no sufren de varices.

Esta patología es mucho más frecuente en mujeres que en hombres, por una cuestión hormonal, pero cualquiera puede padecer estas molestias. Así mismo, las personas que pasan largas horas de pie o en posiciones inmóviles (frente al ordenador o en viajes largos) tienen un mayor riesgo de desarrollar varices.

La aparición de las varices es hasta cinco más frecuente en las mujeres que en los hombres.

En muchos casos, las varices no se manifiestan ni con signos previos ni dolor, y constituyen únicamente un problema estético. No obstante, si se siente dolor, éste puede ser indicativo del avance de la insuficiencia venosa crónica. En estos casos se recomienda visitar al especialista.

Así mismo, la vertiente estética de las varices y de otros síntomas propios de la insuficiencia venosa crónica puede llegar incluso a afectar emocionalmente al paciente.

De hecho, tres de cada diez mujeres que sufren síntomas de IVC reconocen que les da vergüenza mostrar sus piernas (28%), y dos de cada diez afirman que este problema ha afectado a su autoestima (21%)

Existen diversos factores que pueden influir y ser determinantes en la aparición de las varices.

  • Embarazo
  • Sobrepeso
  • Sedentarismo
  • Trabajo que requiera muchas horas de pie
  • Esfuerzo físico
  • Mala dinámica en la marcha
  • Alteraciones hormonales
  • Trombosis venosa
  • Traumatismos

¿Cómo se tratan las varices?

En primer lugar, la adopción de una serie de hábitos saludables nos ayudará a curar las varices, a aliviar las molestias asociadas y a prevenir complicaciones. Algunos de estos consejos son: evitar el sobrepeso, realizar ejercicio regular e hidratar las piernas.

Así mismo, el uso de medias de compresión es una medida básica para el tratamiento de las varices y también para su prevención.

Por su parte, la terapia farmacológica, esto es, el uso de sustancias con efecto flebotónico( Fármacos para mejorar el flujo sanguíneo en las venas de las piernas). Estos productos pueden ser administrados de forma tópica, como geles y cremas, o bien de forma oral, como cápsulas y comprimidos.

Y además, existen diferentes técnicas quirúrgicas aplicadas en la actualidad frente a las varices. La utilización de unas u otras depende de la extensión  de las varices, de la exploración previa con eco- doppler.

Es una prueba no invasiva que calcula el flujo de la sangre en los vasos sanguíneos haciendo rebotar ondas sonoras de alta frecuencia (ecografía) en los glóbulos rojos circulantes.

10 formas de evitar las varices y relajar las piernas

  • Empieza y acaba el día con una ducha en las piernas: La hidroterapia, basada en el contraste de temperatura, favorece la elasticidad de las venas y proporciona sensación de alivio.
  • Usa medias de compresión, también en verano:

Aprietan más en la zona del tobillo y disminuyen la tensión a medida que se acercan a la rodilla.

Si sueles usarlas en invierno porque tienes alguna variz, no prescindas de ellas en verano, ya que el calor provoca el aumento del calibre de las venas, por eso duelen

  • Acuérdate de no cruzar las piernas: esta postura comprime las venas, de modo que dificulta el flujo natural de la sangre. Aunque cuesta mucho «desaprender» este hábito, debes evitarlo.
  • Masajea tus piernas con las dos manos: Los masajes manuales y la presoterapia son técnicas efectivas que se realizan en centros, pero también puedes aliviar los síntomas de las varices en casa
  • Comprueba cuánto miden tus tacones: Que no sean muy altos, lo ideal es que midan 2 o 3 centímetros, para que se contraiga un poco el músculo al andar.
  • Toma menos sal y más omega 3: Con la sal, recurre al truco de la cucharilla: lo que cabe en una de postre (5 gramos) es el máximo que debes tomar en todo el día.

Por otra parte, consume pescado 2 veces por semana y unas nueces cada día. Esto te proporciona una dosis adecuada de ácidos grasos omega 3, que ayudan a mejorar la circulación.

  • Muévete más: Hacer ejercicio físico activa la musculatura de las piernas y eso ayuda a tu sistema venoso. Descarta deportes en los que los pies impacten contra el suelo.
  • Evita el exceso de calor en las piernas: La depilación con cera caliente, las saunas o los baños a altas temperaturas dilatan las venas y empeoran el problema.
  • Mantén tu piel bien hidratada: La sequedad acentúa la sensación de picor e incomodidad. Por eso es importante no descuidar su hidratación.Si además enfrías tu crema hidratante en la nevera, al aplicártela notarás un efecto refrescante.
  • Perder un poco de peso te ayudará: Los kilos de más producen una presión añadida sobre las venas, dificultando el impulso de la sangre hacia arriba.
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